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jueves, 22 de enero de 2009

Entrevista a Ghislaine Lanctôt




«Es el estado del alma lo que determina la salud mental» 

El sistema médico es una auténtica mafia que crea enfermedades y mata por dinero y poder.

.Las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio.



 La polémica autora del libro La mafia médica prepara el lanzamiento en España de su segundo libro ¿Qué he venido a hacer en esta tierra? (What the Hell Am I Doing Here Anyway?), que estará a la venta a finales del mes de abril. Ambos libros han sido publicados por ediciones Vesica Piscis. Desde que Ghislaine publicó su primera obra en la que pone en tela de juicio el funcionamiento del sistema médico –por ocuparse de la enfermedad, más que de la salud–, muchas conciencias han quedado inquietas. Para avivar estos temas la autora, que transmite paz y seguridad, nos ha concedido un poco de su tiempo para compartir con los lectores de Natural su filosofía de vida.

Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt nació en 1941, su padre y su abuelo eran farmacéuticos y ella empezó la carrera de Medicina para complacerles. «Yo quería ser filósofa. Pero creía que lo de pensar no iba a aportarle nada a la gente. Pensé, voy a hacer algo útil, que beneficie a la población, y como me crié en este ambiente decidí hacer la carrera de Medicina. Al final he dejado todo eso y lo que hago ahora es lo que quería hacer desde el principio». Guislaine está divorciada y tiene cuatro hijos. «Lo que a mí me abrió los ojos –continúa la escritora– fue mi divorcio. Es lo que me despertó. Cuando los niños estaban en casa con su padre tenía tiempo para mí, no sabía lo que era eso, me había olvidado de mí misma. Yo trabajaba pero me ocupaba mucho de la familia, para mí era la prioridad. Entonces como un fin de semana de cada dos no tenía a los niños, estaba obligada a ocuparme de mí misma y es así como empecé a evolucionar, a conocer gente y a descubrir cosas, a salir de la prisión de la familia. Después de esto, viví seis años en Estados Unidos. Yo nací en Montreal (Canadá), pero entre 1984 y 1990 estuve en Estados Unidos. Esta experiencia me abrió los ojos sobre lo que es el negocio de la medicina porque es así como lo llaman allí, aquí en Europa y en Canadá hacen creer que es como trabajar por el bien del enfermo, que es un tema social. A la vuelta de Estados Unidos escribí La mafia médica cuya primera edición se publicó en 1994».

El colegio de médicos le hizo una demanda, el proceso duró un año y desde entonces la escritora imparte seminarios para que la gente entienda y tome conciencia de que es el estado del alma lo que determina la salud mental. «Cómo mejorar el estado de mi alma para mejorar el estado de mi cuerpo», dice Ghislaine.

Pregunta: Su visión actual de la salud es completamente distinta a cuando era médico ¿En qué momento y por qué dio usted un giro radical a su carrera?

Respuesta: A lo largo de los años empecé a ver cosas que no me parecían sensatas, que no tenían lógica, como por ejemplo seguir dando medicamentos aunque no funcionaran, aunque no se curara la persona. Yo no entendía, por ejemplo, como en un cáncer se aplicaba la quimioterapia si lo que hace es enfermar aún más a la persona que acaba por morirse de todos modos.

Cuando aparecieron las medicinas suaves pensé que eso era interesante, y yo he ido a encontrarme con personas que practicaban la medicina alternativa y entonces me di cuenta de que lo que hacían ellos era muy interesante, incluso mejor que lo que hacíamos nosotros en la medicina convencional. Esas personas me acogieron, me mostraron lo que hacían, cómo actuaban. Y yo pensé: ¿por qué no nos han enseñado esto a los demás médicos? ¿Cómo puede ser que no lo enseñen en la facultad y que además a estas personas las tachen de charlatanes y de estafadores?

Yo me encontré con ellos y vi que eso no era cierto, no eran charlatanes. Así fue como me empecé a plantear cosas. Cuando acabé la carrera de Medicina yo estaba convencida de que hacia el año 2000 ya no habría más enfermedad en el mundo, tenía una confianza ciega en la medicina que me habían enseñado. Sin embargo, yo veía que el tiempo pasaba y que la salud de las personas iba empeorando. Me percaté también de que medicamentos que no funcionan se siguen recetando, y que se practicaba una guerra en contra de las medicinas alternativas. Además yo era flebóloga y había abierto centros de flebología en distintos lugares del país, lo que me llevó a experimentar de cerca el negocio de la medicina tradicional. Y ahí sí que entendí muchas cosas.

P: ¿Qué papel juegan para usted las medicinas alternativas?

R: Las medicinas alternativas producen un bienestar más interesante que el que proporciona la medicina convencional. La medicina convencional corta, quema y envenena. Corta con las operaciones, envenena con la quimio y envenena con los rayos. Las medicina suaves pueden poner orden de forma temporal en el cuerpo, pero como el problema está en el alma, antes o después habrá que afrontar el problema del alma.

Es el alma quien enferma a los demás cuerpos. Por ejemplo: mi trabajo ya no me conviene, tengo náuseas por la mañana cuando pienso que tengo que ir a trabajar, entonces empieza a dolerme la espalda, las rodillas, la tripa. Puedo ir a ver a alguien que practique la medicina suave, va a ayudar a mi cuerpo, puedo tener tratamientos de técnicas energéticas que ayuden a mi cuerpo emocional y mental; pero hasta que no solucione lo que pasa con mi trabajo voy a seguir enfermando porque mi alma me dice «sal de aquí». Es interesante porque el alma entrega un mensaje cada vez más fuerte y cuando no entiendes te lanza un ladrillo a la cabeza: un accidente de coche, un divorcio, alguien que muere en la familia, una enfermedad, perder el trabajo… Algo fuerte para que tú reacciones.

P: ¿Puede ser que a unos les sorprenda un accidente y a otros les anuncien que tienen metástasis?

R: Sí, pero la metástasis no existe, son cánceres secundarios, cánceres que se desarrollan después del primario. Pero no existe esta idea de metástasis, es otra mentira de la medicina convencional.

P: Desde su punto de vista como «médica del alma» ¿cree que hay alguna solución a este tipo de enfermedades?

R: Nunca es demasiado tarde, la sanación puede ocurrir en cualquier momento. El problema es que cuanto más acuda al médico, más miedo voy a tener y más voy a enfermar. Es un círculo vicioso. Por eso yo digo «deja de ir al médico».

P: ¿A usted le va bien esta filosofía de vida?

R: A mucha gente le funciona, no sólo a mí. No es el médico el que puede sanarme, él hace que yo enferme más y acabo muriéndome.

P: Cada vez hay más casos de cáncer cuyos enfermos reciben quimioterapia. ¿No cree que en algunos casos la quimioterapia cura?

R: La quimioterapia es veneno. Normalmente no hace bien a nadie. Hay que saber que hay siempre un conflicto, cualquier enfermedad es psicosomática. Siempre hay un conflicto a raíz de una enfermedad, pero si yo identifico el conflicto y lo soluciono, la enfermedad se va. Es así que yo entendí que la medicina estaba totalmente controlada por el dinero. Entonces, lo que nosotros hacíamos como médicos era enfermar más a las personas para así generar ganancias para la industria. Entonces, ¿qué es la salud? En la facultad sólo me enseñaron lo que es la enfermedad. Entonces, ¿qué es gozar de buena salud? Yo llegué a la conclusión de que el cuerpo sólo manifiesta el estado del alma. Y cuando mi cuerpo está enfermo es porque mi alma está enferma. Entonces el cuerpo por sí solo no enferma, es como un espejo que refleja lo que pasa dentro. Para ver mi alma, miro mi cuerpo y veo lo que hay en mi alma. Entonces no sirve de nada tratar sólo el cuerpo. Hay que mirar el alma, ¿qué es lo que no funciona en el alma, cuál es la enfermedad del alma? Es la guerra.

Porque mi alma me dice internamente que haga algo y mi ego me dice que haga lo contrario. Entonces hay una guerra interna. La enfermedad es siempre la manifestación de un conflicto dentro de mí. Hay dos aspectos: el cuerpo y el alma. ¿Qué quiere el alma? El alma quiere la emancipación del ser y el cuerpo quiere la seguridad del haber, del tener. Cada uno tira por un lado, el estrés significa la guerra interior. Cuando trato el alma, todo el cuerpo se alinea sobre este equilibrio. No quiero decir que no haya que cuidar el cuerpo físico, sino hacer las cosas en el orden correcto. Primero el alma, después el cuerpo mental, después el cuerpo emocional y después el cuerpo físico. Y lo solemos hacer al revés. La medicina convencional se encarga del cuerpo físico, y no trata el resto.

P: ¿No cree que la propia sociedad demanda que el médico se ocupe del cuerpo físico y le dé una medicina para el dolor?

R: Absolutamente. La sociedad misma, nosotros somos los que creamos esta mafia a nuestra imagen y semejanza. El problema es que damos prioridad al «tener» sobre el «ser», ése es el desorden, priorizar el cuerpo en vez del alma. Para volver al orden hay que dar prioridad al alma en lugar de otorgársela al cuerpo, eso genera orden, paz y salud. Eso, en definitiva, es la salud.

P: Eso es mucho más complicado que tomarse un pastilla…

R: Cierto, pero ¿qué hace una pastilla? Te da la ilusión de que estarás mejor, pero con el tiempo reaparecen los síntomas.

P: En el caso del paludismo, por ejemplo, alguien sano se enferma por beber agua contaminada, ¿también en este caso insiste en su teoría?

Eso es válido para todo. No hay ningún microbio exterior que pueda enfermar, soy yo la creadora de mis enfermedades. Y ésta es la verdadera enfermedad del alma, el no saber que soy yo quien la está creando. Como yo pienso que no soy responsable, me imagino creadores exteriores: microbios, tumores, etc. Por ejemplo un simple catarro: hace frío, me cojo un catarro. Y por lo tanto puedes tener un catarro en verano, es un sinsentido, no tiene nada que ver con el frío. Con esta estructura de pensamiento voy generando la guerra hacia los factores exteriores. Y por eso se crearon las vacunas. ¿Qué son las vacunas? Dar la enfermedad de forma más debilitada para que el cuerpo reaccione. Es decir, no tengo la enfermedad pero si algún día la contraigo, sería menos grave porque ya me he puesto la vacuna. Te voy a dar otro ejemplo, tengo miedo de que mi hija sea violada. Entonces le voy a dar un violador debilitado, entonces si un día la violan será menos grave porque habrá tenido un pequeño violador y entonces estará preparada. La vacuna funciona igual. Es algo de locos. Vivir en el desorden lleva a este tipo de locuras. Por ejemplo, la gripe aviar. ¡Es extraordinario! Cerca de donde vivo había una experta muy seria que vino de parte de las autoridades médicas y nos ha dado cifras: en el plazo de nueve años se murieron cerca de 152 personas de gripe aviar en el mundo, solo en Canadá mueren cada año 10.000 personas por errores médicos, no de enfermedad sino de equivocaciones. ¡Yo creo que más bien habría que vacunar a los médicos! (risas). No hay epidemia, no hay nada. Entonces se ha creado una pandemia a escala mundial, en la cual se han gastado millones de dólares para tratarla pero no hay nada. Esto está en preparación desde hace muchos años. Llevamos de cinco a siete años oyendo hablar de una pandemia. ¿Cómo se puede anunciar que va a haber una pandemia? Una epidemia surge, ocurre, pero no la puedo prever, es un montaje.

P: Pero la gente tiene miedo…

R: Sí, es una forma de manipulación mental para llevarles a pensar que va a ocurrir una epidemia. Y un día cuando ocurra las autoridades dirán que ya lo habían previsto. Es algo que está preparado desde hace mucho tiempo, hay un proceso escondido detrás de esto. Yo no sé exactamente lo que es, puede ser por ejemplo ponerle a todo el mundo un chip electrónico porque cuando hay una campaña de vacuna se puede poner cualquier cosa en la jeringuilla. Así que es posible que haya una estrategia que consista en decir que hay una epidemia y que hay que vacunar a todo el mundo y entonces pondrían el microchip. Yo estoy segura de que hay algo detrás, un propósito escondido en decir que hay una epidemia y que hay que tener cuidado. Es una hipótesis. De todos modos sea para lo que sea el propósito es el control sobre la población.

P: ¿Tiene todo esto algo que ver con la trilogía de la mentira de que habla en su libro La mafia médica?

R: Absolutamente. Hablo mucho de las vacunas en el libro y lo que yo digo a este respecto en el libro es lo que desencadenó la ira del colegio médico. Porque las vacunas no se tocan, son sagradas, puedes hablar de cualquier cosa, la industria, los medicamentos, pero cuidado con las vacunas. Porque las vacunas otorgan importantes ganancias a la industria, pero a las personas les puedes transmitir cualquier cosa. La vacuna es un medio para producir genocidios con un blanco específico.

Cuando se quiere distribuir a un pueblo o a una raza, la administran, mira lo que está ocurriendo en África. Ellos lo llaman sida, pero ¿qué significa sida? «Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida». Entonces es el propio sistema inmunitario que se ha debilitado, de modo que cualquier afección es mucho más grave.

P: ¿Quién está detrás de toda esta estrategia?

R: Los que mandan. Hay un gobierno mundial que tiene todos sus ministerios, para la salud es la OMS, pero también están la UNESCO, UNICEF, FAO, FMI, Banco Mundial, etc. Todos los países miembros de la ONU obedecen las órdenes del gobierno mundial.

P: ¿Ve solución para esta situación?

R: Sí (risas) sino mal vamos. La solución que yo propongo en el libro es la soberanía individual. Es tomar conciencia como persona individual de que soy yo la que tiene el verdadero poder. Por ejemplo, los McDonald’s, cuando la gente deja de ir a estos restaurantes la empresa se debilita, son las multinacionales, que son todopoderosas. Si yo dejo de comprar y de dar dinero a las multinacionales ya no valen nada, no ganan dinero. Si los enfermos dejan de ir al médico, se derrumba el sistema médico, si dejo de pagar impuestos no hay gobierno. Entonces ¿dónde está el verdadero poder?, en la persona y la palabra SOBERANÍA, significa el poder último, el más alto, que siempre hemos pensado que estaba fuera y está dentro de nosotros.

Si pensamos en el poder más elevado, pensamos en Dios. Y ¿qué es Dios? Es el espíritu que crea todo el universo y esto está dentro, no fuera. La solución viene cuando yo tomo conciencia de quién soy verdaderamente y que voy a comportarme tal y como yo soy, encontraremos la salud perfecta y la inmortalidad, que es más interesante que morir ¿no?

P: Y ¿Cuál es el primer paso que debemos dar?

R: Primero empieza por tomar una decisión, que consiste en dar rienda suelta a mi alma, es mi alma quien manda y no el ego, entonces dejo de pelearme, significa escuchar lo que me dice mi alma. Por ejemplo, mi alma me dice: «deja este trabajo, ya no resuena contigo, deja de hacer eso»; pero el ego me va a decir: «No, ¿estás loca o qué?, tienes que pagar el alquiler, sostener la familia, ser buena madre o buen padre...». Esa es la guerra, entonces dejo de pelear y escucho a mi alma. Y el ego empieza a agitarse y a ponerse inquieto ¿qué va a pasarme? Quiere controlar, es su función. ¿Qué va a ser de mí? Pues no lo sé, soy yo la que va creando qué va a pasarme. ¿Me voy a pelear conmigo misma? No, voy a hacer las paces.

Algo que se puede hacer varias veces al día y que mejora automáticamente cada vez la salud es decir la verdad. Mentimos todo el tiempo, pero incluso sin darnos cuenta, estamos tan acostumbrados a hacerlo… tenemos mentiras gordas y otras que se llaman «medias verdades», pero la mitad que falta es una mentira. Y hay otra categoría de mentiras que son por omisión. Y esto se llama un secreto. A veces mi hijo viene a verme y me dice: «Mamá, tengo que decirte algo, pero no se lo digas a nadie». Si es un secreto y tú no puedes guardarlo, no me pidas a mí que lo guarde. Si para ti es un secreto y me lo transmites a mí porque pesa mucho sobre tus hombros, yo tampoco lo voy a guardar.

Son cosas del día a día. Si me quedo en la mentira y siempre estoy mintiendo, poco a poco voy destruyendo mi salud. Miento porque tengo miedo, es el ego el que miente, el alma nunca miente, dice que diga la verdad. Cosas así pequeñas hacen que vaya mejorando mi salud en vez de empeorarla.

¿Qué es la fiesta del día del padre o del día de la madre? Son fiestas comerciales que me están obligando a celebrar la fiesta y comprarle algo. ¿Qué estoy celebrando con esto? Celebro que mi madre se ha sacrificado toda su vida por sus hijos, que ha luchado toda su vida para mantener su papel de madre o celebro que mi padre toda su vida ha trabajado para conseguir que su familia viva bien. En definitiva, celebro que mi madre y mi padre han hecho todo lo posible para seguir juntos y mantener a la familia unida. Celebro la enfermedad y la muerte, hay que pensar en eso. ¿Qué es el padre y la madre? La muerte. Cuando esas personas se han quedado juntos aunque no tengan nada que ver unos con otros, ya se ha acabado la cosa, pero se han quedado juntos para que la familia se mantenga unida, en vez de escuchar a su alma. Y yo voy y digo, «gracias». Otro ejemplo cercano sería celebrar el día del padre o de la madre. Y podría explicar a mis padres que no voy a celebrar ese día, que tengo gratitud y reconocimiento por todo lo que han hecho por mí, pero que no voy a celebrar un rol, un papel que destruye el alma, hace que envejezcamos y muramos. Y entonces, ¿qué dirá mamá? Lo que me impide tomar esta decisión es el miedo a que mamá o papá no me quieran porque sigo esperando el amor exterior. En vez de darme cuenta de que el amor está dentro de mí, soy yo quien puedo amarme a mí misma. Si voy buscando el amor exterior, sufro. Si yo vivo con amor por mí enfocado hacia mi interior, no por miedo de lo que la gente pueda pensar de mí, mi salud mejora. Entonces vamos a ser seres inmortales, eso no significa que nos vamos a quedar por siempre vivos aquí, sino que puedo encarnarme y desencarnarme a voluntad. Puedo materializarme y desmaterializarme, depende de mí.

Es una cuestión de la evolución de la conciencia humana y cuando haya suficiente número de personas que sean conscientes de esto, vamos a alcanzar la masa crítica. Hay personas que darán el salto y otras que no. Eso ya se pude ver, son más o menos 100.000 personas sólo en el planeta. Por ejemplo, toco aquí y siento un bulto en el pecho. Tengo dos posibilidades o me quedo aquí quieta y no hago nada o me voy corriendo al médico. Si voy al médico me va a decir que tengo un cáncer. En la mente está escrito «Cáncer igual a muerte». Entonces si yo he sentido miedo y he ido al médico, el doctor me ha asustado aún más y me recomienda quimioterapia. A mí eso no me agrada porque la gente que conozco que se la ha hecho se pone verde, siente náuseas, no tiene pelo y tienen un estado muy debilitado y triste. Entonces cada vez tengo más miedo, cada vez estoy más enfermo y cada vez me acerco más a la muerte.

Eso ocurre si tomo la opción del médico. En el otro caso mi cuerpo me muestra que hay un conflicto interno, el bulto en este pecho es un regalo que me hago a mí misma, no quiero quitármelo, es mi espejo el que me está indicando algo. Le voy a decir al bulto: ¿qué tienes que decirme?, háblame. Gracias por manifestarte. Te escucho, háblame de mi conflicto. Entonces yo digo a mi alma: te dejo libre. Voy a vivir y sentir el miedo a morir. De esta forma yo puedo sanar definitivamente, no una remisión temporal, una verdadera sanación.

Por ejemplo, ¿qué es un divorcio? Una ruptura. Algo me dice: «no, no te tienes que divorciar, quédate junto a esa persona» y algo me dice: "no, ya se acabó". Actualmente hay más divorcios porque la conciencia se eleva y la gente hace más caso a sus sentimientos. El divorcio y dejar un trabajo no son buenas opciones para la seguridad del haber. Hay cada vez más personas que dejan carreras brillantes porque ya no le encuentran sentido a lo que hacen. Es normal porque la conciencia se eleva.

Si no hago caso a mi alma y sigo en ese trabajo me enfermo y cuando voy al médico me manda antidepresivos. ¿Y qué son los antidepresivos? Son drogas que hacen que yo ya no sienta nada. «Mi trabajo bien, seguiré con él». Con ayuda de estas pastillas soy efectivo y puedo seguir pagando la hipoteca.

Algo que causa mucho estrés es el endeudamiento de las familias. Una manera de sanarse es salir de este sistema de endeudamiento porque supone esclavitud. Es la «simplicidad voluntaria» es un movimiento social de gente que lo adopta deliberadamente. Yo no lo recomiendo como movimiento social, pero sí como medida temporal para salir de esta trampa. De forma que las necesidades materiales dejan de ser la prioridad en mi vida y más bien es el alma lo prioritario. La «simplicidad voluntaria» consiste en reducir las necesidades materiales. Por ejemplo si tengo una casa grande con una hipoteca muy elevada, un cochazo a juego con la casa, hijos que visten de marca, van a una escuela privada, etc. Todo eso cuesta dinero y tengo que seguir trabajando, pero ya no me gusta mi trabajo y ahí estoy preso y eso es un estrés tremendo. La persona piensa que no tiene salida: si dejo mi trabajo ya no seré capaz de ofrecer caprichos a mis hijos, perderé a mis amigos pijos, mi prestigio, mi mujer, reputación… No se puede imaginar la vida sin nada de eso, pero es posible. Vendo la casa, vendo el coche, vamos a una casa más pequeña, los niños dejan de ir al colegio público y se les manda a uno privado y así tengo tiempo para mi alma. Eso es realmente la salud, esas cosas de la vida cotidiana son las que hacen que mi salud esté mejor o peor.

P: Usted demostró ser muy valiente cuando escribió el libro La mafia médica que le costó la expulsión del colegio de médicos, supongo que vivió un conflicto importante. ¿Cómo se decidió a dar el paso?

R: Yo sabía que publicando este libro se acababa para mí la carrera de medicina. Yo me acuerdo de ese momento y me dije: «Si no escribo este libro, me muero». Quizás no hubiera muerto rápidamente, pero sí a nivel del alma. No fue tan difícil, más difícil fue dejar mi papel de «buena madre».

P: ¿A qué se refiere?

R: Mis niños ya no lo son, ya no soy madre. Tuve que dejar de preocuparme por mis hijos. Un pasaje importante fue que mi casa ya no era más su casa. Yo tengo dos hijas y cada una de ellas había dejado en mi casa dos tazas para el desayuno. Hace más de un año llegó una amiga y me ofreció dos tazones, no tenía sitio para ponerlas todas y decidí quitar las tazas de mis hijas. ¡Eso fue tremendo! Era como un enlace, un símbolo del vínculo con mis hijas y se trataba de cortar ese tipo de lazos. Entonces una dijo que vale y la otra dijo que ni hablar y volvió a colocar la taza en su sitio. Yo le dije: «pues tú haz lo que quieras, pero yo ya he hecho lo que tenía que hacer».

P: El desapego, entonces, ¿tiene que ver con conseguir una buena salud?

R: Sí, desapegarse de los papeles de madre, de hija, etc. Cuando estoy apegada a algo es que tengo miedo de perderlo y si tengo muchos apegos no puedo avanzar. Con mi libro La mafia médica todo se fue, el título de médica, la profesión, pero para mí era muy fácil. Cada uno tenemos cargas y apegos distintos. También hay gente que tiene apegos a los apellidos y tiene hijos para perpetuar el apellido de la familia.

El MSG es la razón por la que tienes que evitar los McDonald’s como la peste



Al observar de cerca una lista de las recetas clásicas de McDonald’s desde los años 50 a los 70 se ve una preocupante cantidad de Monoglutamato sódico (MSG, también llamado “potenciador del sabor”), un sustancia química cuyos efectos potenciales en la salud han causado una enorme controversia.

Sin embargo, el uso de MSG en la comida de McDonald’s no es solamente un asunto del pasado. Este aditivo está todavía presente en muchos productos actuales de McDonald’s, incluyendo su filete de pollo a la parrilla, pastel de salchicha y las patatas fritas.

Muchos otras comidas de su menú, especialmente aquéllas que contienen “aromas naturales” o “proteína hidrolizada” en su lista de ingredientes, también contienen MSG. La mayoría del MSG está en la forma de ácido glutámico, el componente activo de este aditivo.

Muchos estudios han indicado que el MSG puede causar alergias severas e incluso daño cerebral. La mayoría de las empresas dedicadas a producir comida para bebés detuvieron voluntariamente el uso de MSG en sus productos.

FUENTES:

Mr-imp.net

 

COMENTARIOS DEL DR. MERCOLA:

El ácido glutámico (MSG) es uno de los principales componentes de la comida de McDonald’s y otros establecimientos de comida rápida. La gente que va allí no tiene excusa para no consumir sus patatas fritas (con MSG) y sus refrescos light (con aspartamo) al menos, si quieren evitar las hamburguesas.

Pero este artículo no habla del MSG que está añadido a muchos otros productos alimenticios que se venden actualmente. Por nombrar sólo un grupo de alimentos que lo contiene a menudo, y en grandes cantidades: las bolsas de snacks destinadas a niños o mayores, gusanitos, patatas fritas con sabores, etc, tienen este potenciador del sabor dañino para el cerebro.

La gente lo evitaría como si fuera la peste si supiera que ocasiona la muerte de las neuronas cerebrales.

McDonald’s y la mayoría de los otros restaurantes de comida rápida usan el MSG porque les ayuda a vender su comida. Este aditivo es muy barato y hace que la comida tenga buen sabor, un poco como el azúcar, ¡pero el MSG es mucho más tóxico que el azúcar!

El MSG, al igual que la L-cysteína y el aspartamo, son “excitotoxinas” transmisores químicos que permiten la comunicación de las células cerebrales, según se describen en el libro de Russell Blaylock, Excitotoxinas: El Sabor que Mata. La excitotoxinas hacen literalmente lo que su nombre indica: ¡Toxinas que excitan las células de tu cerebro hasta MATARLAS!

La moraleja de esto es que vas a tener que invertir algo de tu tiempo en cocinar si quieres estar sano, y evitar por tanto la comida rápida, que si es consumida regularmente puede acelerar tu envejecimiento o causar pesados problemas de salud como la obesidad.

 

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El aspartamo: Cómo daña tu cerebro


 

miércoles, 21 de enero de 2009

La Verdad sobre el Colesterol

Por The Weston A. Price Foundation for Wise Traditions in Food, Farming and the Healing Arts (Education Research ActivismNegrita)

  

Los numerosos papeles vitales del Colesterol 

  • El colesterol se produce en casi todas las células de nuestro cuerpo.
  • El colesterol de las membranas de las células hace que éstas sean resistentes al agua para que así pueda existir una química diferente dentro y fuera de la célula.
  • El colesterol es la sustancia reparadora de la naturaleza, usado para la reparación de heridas, incluyendo los desgarros e irritaciones de las arterias.
  • Muchas hormonas importantes están hechas de colesterol, incluyendo las hormonas que regulan el metabolismo de los minerales y el azúcar en la sangre, las que nos ayudan a lidiar con el estrés, y todas las hormonas sexuales, como la testosterona, el estrógeno y la progesterona.
  • El colesterol es vital para el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
  • El colesterol nos protege de la depresión: juega un papel importante en la utilización de la serotonina, la sustancia química que hace al cuerpo “sentirse bien”.
  • Las sales biliares, necesarias para la digestión de las grasas, están hechas de colesterol.
  • El colesterol es el precursor de la vitamina D, que se forma mediante la acción de la luz ultravioleta (UV-B) en el colesterol de la piel.
  • El colesterol es un poderoso antioxidante que nos protege de los radicales libres y por tanto del cáncer.
  • El colesterol, especialmente el LDL (el llamado “colesterol malo”) nos ayuda a combatir la infección. 

Cómo evitar las enfermedades cardiovasculares 

  • No te preocupes por el colesterol: el estrés de una innecesaria preocupación puede contribuir a una enfermedad cardiovascular.
  • No tomes medicamentos que reducen el colesterol: contribuyen al fallo cardiaco.
  • Evita la comida procesada, especialmente alimentos que contengan aceites procesados y grasas trans (grasas vegetales hidrogenadas).
  • Come carne, grasa y órganos de animales alimentados con pasto.
  • Come bastante pescado y marisco, pero sólo salvaje.
  • No consumas polvos de proteína, carne magra sin grasa, claras de huevo sin las yemas o leche desnatada. Las dietas altas en proteína en las que faltan los nutrientes que proporcionan las grasas animales pueden agotar las reservas de vitamina A del cuerpo, lo que puede conducir a enfermedades cardiovasculares.
  • Come hígado al menos una vez a la semana para asegurar niveles adecuados de vitamina A, vitamina B12, vitamina B6, ácido fólico, hierro y cobre.
  • Toma aceite de hígado de bacalao y consume bastante mantequilla de vacas que pastan para asegurarte unos niveles adecuados de las vitaminas A y D.
  • Mantén un peso saludable, ni muy pesado ni muy delgado.
  • Comprométete al ejercicio físico moderado al aire libre.
  • No fumes y evita la exposición a toxinas medioambientales. 

Mitos y verdades sobre el colesterol 

MITO: La gente con altos niveles de colesterol es más propensa a ataques al corazón.

VERDAD: Hombres jóvenes y de mediana edad con niveles de colesterol de más de 350 tienen sólo un insignificante riesgo mayor de ataques al corazón. Aquéllos cuyos niveles de colesterol están justo debajo de 350 no tienen un riesgo mayor que aquéllos cuyos niveles son muy bajos. En hombres y mujeres ancianos de todas las edades, un nivel de colesterol alto está asociado con una vida más larga.

MITO: El colesterol y la grasa saturada obstruyen las arterias.

VERDAD: Hay muy poco colesterol o grasa saturada en las placas u obstrucciones de las arterias. La mayor parte del material son depósitos de calcio parecidos a la cal y la mayoría de los ácidos grasos son insaturados.

MITO: Comer comidas ricas en grasa saturada y colesterol hará que los niveles de colesterol suban y se será más susceptible a la enfermedad cardiovascular.

VERDAD: Muchos estudios muestran que no hay una relación entre la dieta y los niveles de colesterol; no hay pruebas de que los alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol contribuyan a las enfermedades cardiovasculares. Mientras que los americanos han restringido las grasas saturadas y el colesterol de su dieta, las enfermedades cardiovasculares no han ido sino en aumento.

MITO: Los medicamentos que reducen el colesterol han salvado muchas vidas.

VERDAD: En los dos estudios más recientes, que comprendían a más de 10.000 personas, la reducción del colesterol no resultó mejorar su estado.

MITO: Los países que consumen en grandes cantidades grasa animal y colesterol tienen niveles más altos de enfermedad cardiovascular.

VERDAD: Hay muchas excepciones a esta observación, como Francia y España. Sin embargo, la asociación (llamada “factor de riesgo”) no es lo mismo que la “causa”. En países ricos donde la gente come muchos alimentos de origen animal, existen muchos otros factores que contribuyen a la enfermedad cardiovascular. 

Los peligros de los medicamentos con estatinas

Los actuales medicamentos que reducen el colesterol inhiben una enzima (HMG-CoA reductasa) necesaria para la formación del colesterol en el hígado. Estos inhibidores de reductasa HMG-CoA, llamados estatinas, se comercializan con los nombres: Lipitor, Mevacor, Pravacol, Zocor, etc.

DEBILIDAD y MÚSCULOS ATROFIADOS: Es el efecto secundario más común de los medicamentos con estatina, dándose en uno de cada tres pacientes. Dolores musculares, dolor de espalda, debilidad general y mala vocalización al hablar resultan de la interferencia con la producción de la Coenzima Q10  (Co-Q10), necesaria para el funcionamiento de los músculos. Estos efectos secundarios son más comunes en gente activa y puede que no aparezcan hasta tres años después del comienzo del tratamiento.

FALLO CARDIACO: Las tasas de fallo cardiaco se han doblado desde la venida de los medicamentos con estatinas. El corazón es un músculo que depende de un gran suministro de Co-Q10.

POLINEUROPATÍA: Dolor y hormigueo en las manos y pies además de dificultad al caminar ocurren frecuentemente en aquéllos que toman estatinas. Estas condiciones se achacan a la vejez, y no a los medicamentos.

DISFUNCIÓN COGNITIVA: Muchos pacientes han dado parte de pérdidas de memoria y dificultad de concentración, con amnesia global (episodios de pérdida de memoria completa). Las implicaciones para pilotos y aquellos que conducen coches y camiones son serias.

CÁNCER: En todos los estudios con roedores que se han hecho hasta ahora, las estatinas causan cáncer. La mayoría de las pruebas en humanos no han sido llevadas a cabo durante el suficiente tiempo para detectar algún aumento en la tasa de cáncer, pero en un estudio, las tasas de cáncer de mama de aquellos que tomaban estatinas eran un 1500 % más altas que las de los controles.

DEPRESIÓN: Numerosos estudios han relacionado colesterol bajo con depresión. 

Si no es el colesterol, ¿qué es lo que causa la enfermedad cardiovascular? 

Muchos científicos han desarrollado teorías válidas para la epidemia de enfermedades cardiovasculares en la sociedad occidental. Entre ellas están: 

·        LA DEFICIENCIA DE VITAMINAS A Y D: Allá por los años 30, Weston A. Price, DDS, observó que las tasas de ataque al corazón aumentaban durante periodos del año en los que los niveles de estas vitaminas liposolubles en la mantequilla local bajaban.

·        DEFICIENCIAS DE LAS VITAMINAS B6, B12 y ÁCIDO FÓLICO: Kilmer McCully, MD, PhD, demostró que estas deficiencias conducían a altos niveles de homocisteína, un indicador de enfermedad cardiaca.

·        ÁCIDOS GRASOS TRANS (GRASAS VEGETALES HIDROGENADAS): Fred Kummerow, PhD, y muchos otros, han relacionado la enfermedad cardiovascular con el reemplazo de las grasas saturadas por las grasas trans; en realidad, las grasas saturadas protegen de las enfermedades cardiovasculares de muchas formas.

·        DEFICIENCIAS DE MINERALES: Las deficiencias de magnesio, cobre y vanadio se han asociado con enfermedad cardiaca.

·        LA PASTEURIZACIÓN DE LA LECHE: J.C. Annand, un investigador británico, observó un aumento en la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en los distritos que implementaron la pasteurización comparados con los distritos en los que la leche todavía se vendía sin pasteurizar.

·        ESTRÉS: Los ataques al corazón a menudo ocurren tras un periodo de estrés, que agota muchos de los nutrientes del cuerpo. 

Desafortunadamente, poco dinero para investigaciones está disponible para los científicos que quieren estudiar estas teorías; la mayoría de la investigación en enfermedades cardiovasculares está fundada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (National Heart, Lung and Blood Institute), que está firmemente comprometido con la falsa hipótesis de que el colesterol y la grasa saturada causan la enfermedad cardiovascular.

 

FUENTES Y MÁS INFORMACIÓN EN: 

 

 

martes, 20 de enero de 2009

Los actuales libros sobre el embarazo y los bebés: repletos de malos consejos.

Por Lisa Bianco-Davis 

Si nos paseamos por la sección del “bebé y embarazo” de cualquier librería o biblioteca nos encontraremos con una apabullante variedad de libros destinados a la mujer embarazada. Estos libros están escritos por médicos, tocólogos, matronas, madres... y otros. Por desgracia, ninguno de esos autores parece haber leído el trabajo de Weston A. Price. 

Mi marido y yo estamos esperando nuestro primer hijo este año. Siendo una madre primeriza que está familiarizada con el trabajo del doctor Price, tenía curiosidad naturalmente por lo que decían los libros de embarazo sobre el asunto de la nutrición. Así que fui a una librería local y eché un vistazo a una estantería cargada de libros. Me sorprendió, no la variedad de recomendaciones en los distintos libros, sino la consistencia del mensaje de todos ellos. Muchos de los libros incluían la pirámide alimenticia de la USDA, y recitaban las mismas recomendaciones del gobierno. Aunque algunas de esas recomendaciones son útiles, la mayoría son imprecisas o totalmente equivocadas. 

Cuando Weston Price estudió las sociedades tradicionales, encontró que éstas daban un fuerte énfasis a la nutrición de las parejas antes del embarazo y de las mujeres durante éste y en la lactancia. Los alimentos que estas sociedades consideraban absolutamente esenciales para producir niños saludables eran los alimentos marinos (desde pescado hasta marisco, aceites de hígado de pescado y huevos de peces), órganos de animales, insectos, grasas animales, yemas de huevo, leche entera, queso y mantequilla de vacas que comen hierba verde. Cuando las estudió en el laboratorio, Price descubrió que estos alimentos tenían un contenido alto en minerales y vitaminas, particularmente las vitaminas liposolubles (solubles en grasa): A, D y K2 (el “Activator X” de Price). Determinó que estas dietas tradicionales proveían diez veces la cantidad de vitaminas liposolubles de la dieta americana de los años 30. 

Veamos ahora las recomendaciones de los libros del embarazo referentes a estos alimentos que eran considerados esenciales en las sociedades tradicionales. 

PESCADO 

Los libros modernos generalmente recomiendan algo de pescado y afirman correctamente que el pescado es una buena fuente de los importantes ácidos grasos Omega-3. Sin embargo, sugieren que la cantidad de pescado se limite debido a miedos sobre la contaminación con mercurio. (Uno de los libros específicamente recomendó peces de granjas de acuicultura que contienen colorantes químicos y se alimentan con dietas artificiales, ¡¿para proteger a los niños del mercurio de los peces salvajes!?) Pero ninguno de los libros menciona el pescado más denso en nutrientes: el marisco, los órganos de los peces, o los huevos de éstos. Aunque algunos autores mencionan el aceite de hígado de bacalao, ninguno de los libros que yo revisé lo recomendaban. Uno advertía seriamente el peligro de los aceites de pescado debido a preocupaciones de “excesivos” niveles de vitaminas A y D. Decía así: “Los aceites de pescado (aceite de hígado de bacalao) y el hígado no se recomiendan como fuentes seguras de vitamina D durante el embarazo”. (8) 

CARNES DE ÓRGANOS 

Unos pocos libros del embarazo mencionaron el hecho de que las carnes de órganos son ricas en hierro y vitamina A. Sin embargo, ninguno las recomendaba. De hecho, la mayoría contenían afirmaciones ambiguas o totalmente falsas sobre la vitamina A. “La vitamina A se encuentra en los vegetales naranjas y de hojas verdes, el hígado y otras carnes de órganos, en la mantequilla y en la leche fortificada”. (3) La verdad es que la Vitamina A completa no se encuentra en los vegetales naranjas y de hoja verde, sólo está en alimentos animales.

Algunos libros advierten en contra de la consumición de “demasiada” vitamina A, alegando que 10.000 UI por día aumenta el riesgo de defectos de nacimiento. Sólo un par de libros hace la importante distinción entre la vitamina A natural que se encuentra en los alimentos y la vitamina A sintética de los suplementos. La vitamina A sintética, en las pastillas multi-vitamínicas y en productos procesados como la margarina se ha relacionado con defectos de nacimiento y es mejor evitarla a toda costa. Otros dos libros decían que no puedes tener sobredosis de vitamina A si ésta procede de los alimentos, pero sin embargo un libro en particular advertía varias veces en contra de la consumición de hígado u otras carnes de órganos. “El hígado, que puede tener bastante cantidad de vitamina A completa, es una de las mejores fuentes de hierro y algunas veces es recomendado a las mujeres que padecen una anemia con deficiencia de hierro. Es además una fuente nutritiva y barata de ácido fólico y oros nutrientes. Sin embargo, debido a su excesivo contenido de vitamina A, recomendamos que el hígado no sea consumido en ninguna cantidad apreciable empezando un mes antes del embarazo.” (8)

Weston Price enfatizó el hecho de que ni la proteína, ni los minerales, ni las vitaminas solubles en agua pueden ser utilizadas por el organismo sin Vitamina A y que sólo fuentes animales pueden proveer cantidades adecuadas de este vital nutriente. Pero en vez de animar a las mujeres embarazadas a consumir fuentes naturales de la verdadera vitamina A como el hígado y otras carnes de órganos, el aceite de hígado de bacalao y los huevos, la mantequilla y la nata de vacas criadas en pasto, los modernos libros le dicen a las futuras madres que obtengan la vitamina A que necesitan (que en el embarazo es mucha) del betacaroteno, afirmando que éste será convertido a vitamina A según el cuerpo la necesite. Estos autores parece que no entienden el hecho de que la conversión del betacaroteno a vitamina A depende de muchos factores, incluyendo una suficiente cantidad de grasa en la dieta, y la producción de vitamina A de precursores vegetales es difícil para una gran parte de la población, incluyendo aquellos con problemas digestivos o de tiroides.

 GRASAS ANIMALES 

Cuando se comparan las recomendaciones de los libros modernos del embarazo con la sabiduría de las sociedades tradicionales, las diferencias no son en ningún sitio tan llamativas como en el tema de las grasas. Los diversos libros contenían copiosas advertencias de evitar la grasa en general y la grasa saturada en particular. Algunos ejemplos de las modernas barbaridades, perdón, recomendaciones: 

  • La necesidad de grasa de tu cuerpo es mínima, reduce tu ingesta recortando la grasa de la carne, usando menos mantequilla, bebiendo leche baja en grasa, hirviendo o cocinando al vapor los alimentos...”(1)
  • “Limita la ingesta total de grasas al 25 o 30 % de las calorías totales evitando las grasas saturadas en carnes grasas y productos lácteos...” (2)
  • No puedes comer mantequilla porque su alto contenido en grasa saturada incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares...” (2)
  • Elige carnes magras y recorta la grasa de la carne antes de cocinarla. En las aves, quita la piel.” (4)
  • Las grasas saturadas son las menos saludables y es mejor usarlas en pequeñas cantidades. Sé sobria con la mantequilla, la grasa de la carne, el coco, aceites de coco y de palma.” (5)
  • Los bebés no necesitan ningún aceite...” (7) 

Estas opiniones son típicas de la actual “grasa-fobia”, pero todo el mundo debería saber que no están apoyadas ni por la evidencia de sociedades tradicionales saludables ni  tampoco por los descubrimientos de la ciencia moderna.

Los lectores de La Sabiduría de las Tradiciones (Wise Traditions) saben que la grasa saturada no es la culpable de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el gran número de condiciones que frecuentemente se le atribuyen. De hecho, la grasa saturada juega unos papeles muy importantes en la química de nuestro cuerpo. Muchos de los pueblos saludables que Weston Price estudió hacían cosas extraordinarias para obtener grasa saturada, como cazar animales específicos durante la estación en la cual se maximiza el contenido de grasa de ese animal; además, estas culturas preferían las porciones con más grasa de los animales, y a menudo tiraban a la basura las partes más magras de músculo. 

YEMAS DE HUEVO

Los actuales libros del embarazo no comprenden bien el valor de los huevos. La mayoría de los libros no recomiendan huevos pero advierten que no se tomen más de 2 al día, y unos pocos libros dicen que no se deben tomar huevos más de dos o tres veces por semana, o que se consuman sólo las claras.

La mayoría de los libros recomiendan los huevos por su contenido proteínico, y muchos de ellos animan a consumir sólo las claras para evitar el contenido graso de las yemas. Los libros también contienen información errónea sobre el colesterol, afirmando que las dietas altas en colesterol causan enfermedades cardiovasculares, y consecuentemente recomiendan sólo las claras de huevo (y tirar las yemas densas en nutrientes). Un autor incluso recomienda sustitutos de los huevos (que causaron una muerte rápida en animales de laboratorio). “Las yemas de huevo contienen una cantidad significativa de grasa y colesterol. Los sustitutos de huevo refrigerados disponibles en tu supermercado local ofrecen una alternativa libre de colesterol y baja en grasas.” (4)

¡En la sección de recetas de cocina de un libro cada receta que necesitaba huevos usaba las claras sólo...! La receta de “huevos con crema” usaba claras de huevo, aceite de oliva, leche desnatada, harina blanca, sal, pimienta, azúcar y magdalenas de trigo integral. La autora comenta que era el plato de huevos favorito de la abuela de su marido, “por supuesto ella usaba nata y ponía las yemas de huevo arriba” (5) ¡Lo que yo digo es que necesitamos volver a las recetas tradicionales e incluir la nata y las yemas de huevo! Aunque es cierto que los huevos contienen grasa y colesterol, éstos son unas sustancias naturales muy valiosas, especialmente necesitadas en la dieta de los niños en edad de crecimiento. Y el colesterol no es ese demonio grasiento que nos pintan. No hay estudios válidos que relacionen el colesterol dietético con enfermedades. Al contrario, se ha constatado que la gente cuya dieta carece de colesterol, tiene más posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o cáncer, porque se ha visto que la grasa que obstruye las arterias no es grasa saturada, sino aceites vegetales. De hecho, el colesterol es la materia de reparación de nuestro cuerpo, por eso la gente mayor, cuyo organismo está envejeciendo, su cuerpo produce más colesterol que en la gente joven.

Las claras de huevo son una buena fuente de proteína, pero las yemas son un alimento incluso más valioso para el crecimiento del bebé, ya que proporcionan vitaminas A, D y E, además de nutrientes que son críticos para el desarrollo del cerebro, como son los ácidos grasos EPA, DHA y la colina.

Muchos de los libros también advierten del peligro de comer huevos crudos o poco cocinados por miedo a contraer salmonella o listeria. De hecho, no hay problema en consumir las yemas crudas si están en buen estado. Las claras, sin embargo, deben cocinarse para neutralizar algunos inhibidores enzimáticos que pueden interferir con la digestión. 

LECHE ENTERA, QUESO Y MANTEQUILLA

Casi todos los libros modernos del embarazo que yo consulté recomendaban consumir leche y productos lácteos para asegurar una adecuada ingesta de calcio. Sin embargo, ninguno de los autores señaló el hecho de que el calcio de la típica leche comercial es absorbido pobremente. Ni tampoco mencionan el hecho de que sin una adecuada cantidad de fósforo el calcio no puede absorberse, pero la destrucción completa de la enzima fosfatasa (necesaria para asimilar el fósforo) es la prueba estándar para constatar la pasteurización de la leche. En vez de recomendar leche sin pasteurizar (el alimento perfecto de la Naturaleza), ¡te advierten en contra de ella! “Bebe y come sólo productos lácteos pasteurizados, y evita los quesos tiernos como las variedades Brie, Camembert, Roquefort, feta y mexicanas. Estos quesos, y las comidas sin pasteurizar hechas con ellos, pueden darte una intoxicación alimentaria conocida como listeriosis” (3)

Las mujeres embarazadas deberían evitar completamente . . . leche cruda (sin pasteurizar) o comidas que la contengan.” (4)

En realidad, la leche cruda es más segura que la pasteurizada. Leche cruda proveniente de vacas saludables, alimentadas en pastos, ha sido un alimento principal en muchas culturas durante siglos, y ha contribuido a una fabulosa salud, no causando enfermedades.

La mayoría de los libros recomendaban usar leche desnatada, queso con bajo contenido en grasa, y evitar la mantequilla, en un intento equivocado de que las mujeres no ganen mucho peso o restrinjan la grasa saturada y el colesterol, ajenos al hecho de que el colesterol y la grasa saturada son necesarios para el desarrollo cerebral del feto. “Opta por versiones bajas en grasa de productos lácteos que ofrecen grandes beneficios nutricionales: leche y yogur bajos en grasa o sin grasa, crema de queso y nata fresca sin grasa, quesos bajos en grasa.” (6)

Más malos consejos: “Debido a que son de origen animal, los productos lácteos pueden contribuir también a una ingesta de grasa saturada y colesterol, por lo que eligiendo versiones bajas en grasa de estos alimentos puede ayudar a mantener bajos tus niveles”. Afirman que la “Leche desnatada tiene todos los nutrientes importantes en la misma cantidad que la leche semi-desnatada o la leche entera” (4) Pero la realidad es que la leche desnatada no tiene ninguna de las vitaminas liposolubles de la grasa de la leche cuya importancia para mantener una salud espléndida Weston Price señaló.

Unos pocos libros señalaban que algunas personas no digieren la lactosa (el azúcar de la leche), por lo que recomendaban obtener calcio de la soja, tofu, nueces, semillas, brócoli, vegetales de hoja verde, leche de soja y zumo de naranja con calcio añadido. Estos autores no entienden que consumir leche en su estado natural crudo y/o fermentado permite a muchas de esas personas que tienen "intolerancia a la lactosa" digerir los productos lácteos. Asimismo les falta mencionar las nutritivas sopas de huesos, otra excelente fuente de calcio y otros minerales usada por muchas culturas que no beben leche [en la nuestra, el famoso “cocido”]. 

Uno de los libros, cuando hablaba sobre la alimentación de los niños, afirmaba una cosa espantosa: “Los niños no necesitan leche entera para el desarrollo del cerebro. Ese mito es viejo, nunca fue verdad y ha sido desacreditado” (7) No puedo entender cómo alguien puede llegar a esa conclusión. Podría parecer un viejo mito leer que incluso tan tarde como los años 20 los médicos estaban recomendando leche para el tratamiento de muchas enfermedades, y que la leche ha sido vista como un alimento saludable desde la Antigüedad. Pero al mismo tiempo, puedes encontrar estudios de finales de los años 20 que han relacionado el consumo de leche con asma, infecciones recurrentes del oído, diabetes y una gran cantidad de otras enfermedades. Podría ser lógico concluir que la leche nunca fue un alimento saludable, pero esta conclusión pasaría por alto varios cambios importantes que ocurrieron en la producción de la leche durante ese periodo de tiempo.

El primer cambio importante tuvo lugar a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando la gente en las ciudades empezó a confinar a las vacas en establos de engorde concentrados, y a alimentarlas con desperdicios en lugar de permitirles pastar en hierba verde. Esto causaba enfermedades a las vacas, y a la gente que bebía su leche. El segundo cambio importante fue instituido para combatir los desastrosos efectos en la salud pública de estas granjas lecheras confinadas. Alrededor de 1910, la mayoría de las ciudades americanas requerían la pasteurización y para 1950, la mayoría de la leche estaba pasteurizada. Estos cambios, unidos a la homogeneización, han transformado la leche de un alimento que promueve la buena salud a una sustancia causante de enfermedades.

En contraste, el doctor Price encontró varias culturas que dependían fuertemente de la leche entera sin pasteurizar de vacas pastando en pastos verdes. Los Suizos de las montañas y los Masai, entre otros, son importantes ejemplos de culturas primitivas que dependían del valor nutritivo de los productos lácteos enteros sin pasteurizar. Weston Price observó pueblos tradicionales que recorrían grandes distancias para obtener alimentos con un alto contenido en vitaminas liposolubles para las mujeres embarazadas. “Entre los primitivos Masai en ciertos distritos de África,” escribió el doctor Price, “a las chicas se les requería esperar para casarse hasta el periodo del año en que las vacas comían hierba joven de crecimiento rápido y usar la leche de estas vacas durante un cierto número de meses antes de que se casaran”. En los Alpes Suizos, la mantequilla de vacas que comían hierba verde de crecimiento rápido era una “comida sagrada”, considerada muy importante para las mujeres embarazadas. Cuando las vacas comen hierba verde de crecimiento rápido, la grasa de la leche que producen contiene gran cantidad de vitaminas A, D y K2 (Activador X), todas ellas importantes catalizadores para el crecimiento y la asimilación de nutrientes. Las sociedades tradicionales siempre consumían su leche, queso y mantequilla crudos y a menudo los fermentaban, y valoraban mucho la mantequilla de color amarillo brillante de animales alimentados con pasto.

Otros de los temas que los libros de embarazo trataban eran las categorías alimenticias, los suplementos vitamínicos y el tema de las dietas vegetarianas. 

HIDRATOS DE CARBONO

Todos los libros que revisé animaban a usar los hidratos de carbono como la principal fuente de calorías. Ya que quieren que todo el mundo limite la ingesta de grasa (y de proteína hasta cierto punto), tienen que depender de los carbohidratos para las calorías que necesitan. Muchos de ellos seguían las guías de la pirámide alimenticia de 6-11 raciones de cereales al día. Aunque recomiendan cereales integrales en vez de harinas refinadas, ninguno de los libros menciona que la digestibilidad y el contenido de nutrientes de estos granos integrales mejorarían en gran medida con el remojo, la germinación o la fermentación con levadura. Las sociedades tradicionales empleaban estos métodos para desactivar los inhibidores enzimáticos, los anti-nutrientes, como el ácido fítico, que contienen los granos enteros, las semillas y las legumbres.

Los modernos libros afirman que para tener hijos sanos, una mujer necesita obtener el 45-65 % de las calorías diarias de los hidratos de carbono. Esto es obviamente falso, y sería sorprendente para las saludables mujeres esquimales que el doctor Price estudió. Informes muestran que los esquimales que consumen sus dietas nativas obtienen aproximadamente el 80 % de las calorías que necesitan de la grasa animal, componiendo el resto de su dieta proteína mayormente y muy poco de carbohidratos. El doctor Price escribió sobre los esquimales: “Uno no se hace a la idea del magnífico desarrollo dental de los esquimales primitivos, simplemente viendo que tienen una total ausencia de caries dental. El tamaño y la fortaleza de la mandíbula, la amplitud de la cara y la fortaleza de los músculos de masticación todo alcanza un nivel de excelencia que es muy raramente visto en otras razas.” 

PROTEÍNAS

Los modernos libros de embarazo acentúan con acierto la importancia de la proteína en las dietas de las mujeres embarazadas. Una adecuada proteína es necesaria para la formación de tejidos (incluyendo el bebé y la placenta), hormonas, el aumento del volumen sanguíneo, y la leche durante la lactancia. Algunos de los libros sugieren buenas fuentes de proteína como los huevos, la carne roja, aves, pescado, queso y leche. Sin embargo, muchos de ellos recomiendan consumir estos alimentos sin su componente graso natural, como leche desnatada, claras de huevo, pollo sin piel y carne extra magra. Bastantes de los libros recomiendan limitar el consumo de carne, prefiriendo fuentes vegetarianas de proteína. Muchos incluso dicen que es posible obtener todas las proteínas necesarias de fuentes vegetales como legumbres, cereales integrales y productos de soja. 

LAS DIETAS VEGETARIANAS

Todas las culturas saludables que el doctor Price estudió comían algunos alimentos de origen animal; en algunos de ellos (como los esquimales y los Masai), los alimentos animales comprendían casi el 100 % de sus dietas. Ninguna de las sociedades tradicionales que él estudió era vegetariana, sin embargo la mayoría de los libros modernos nos quieren hacer creer que tendríamos mejor salud si elimináramos los alimentos de origen animal de nuestras dietas. No, gracias; lo intenté hace algunos años, y tengo más salud ahora que he reintroducido los alimentos de origen animal en mi dieta. 

LA SOJA

Sólo uno de los libros que revisé advertía de alguna forma en contra de la soja, diciendo que una reciente controversia cuestiona su “seguridad durante el embarazo” (4) El resto animaban al uso de productos de soja como tofu, brotes de soja, leche de soja, TVP (proteína vegetal texturizada), granos de soja cocinados, polvo de soja, harina de soja, etc. Recomiendan soja como una fuente de proteínas porque es baja en grasa saturada y colesterol, sin mencionar la tremenda cantidad de fitoestrógenos que el bebé recibirá a través de la dieta de su madre. ¡Un autor incluso afirmó que el tofu puede ser el alimento perfecto! Las revistas de embarazo y de bebés son incluso peores, especialmente las que se especializan en salud “alternativa” o “natural”. Tienen publicidad para todo tipo de alimentos de soja, promoviendo la leche de soja, y el yogur de soja como comida saludable para niños en edad de crecimiento...

SUPLEMENTOS

La mayoría de los libros recomendaban obtener las vitaminas y los minerales de fuentes alimenticias, y usar suplementos dietéticos sólo como salvaguarda. Pero me fue difícil creer la estupidez de algunas de las afirmaciones que leí. Por ejemplo, un autor dice que primero hay que recurrir a la comida para cubrir tus necesidades de nutrientes, y sólo a suplementos en última instancia, y sin embargo en la siguiente frase parece que no ve la contradicción que ha creado cuando recomienda consumir alimentos “fortificados”. (2) La autora parece que no es consciente del hecho que “fortificado”, referente a alimentos procesados, significa que durante el proceso de fabricación del producto se le han añadido vitaminas sintéticas o suplementos minerales. Eso no es lo mismo que obtener tus nutrientes de los alimentos solamente. Beber zumo de naranja con “calcio añadido” es lo mismo que beber un vaso de zumo de naranja y tomarte después unas pastillas de calcio. Igualmente beber leche con vitaminas A, D, o E añadidas es como si te estuvieras tomando pastillas de estas vitaminas “sintéticas”, no naturales, por lo que hay probabilidades de que no funcionen como las naturales o de que incluso sean tóxicas.

¿TIENEN ALGO BUENO?

No todos los consejos alimenticios de estos libros son malos. Hay que reconocer que estos autores instan a consumir vegetales de hoja verde, cereales integrales, frutas, frutos secos, vegetales coloridos y pescado, y advierten en contra de las grasas vegetales hidrogenadas. Muchos de ellos también llaman la atención sobre los medicamentos sin receta, fumar, beber alcohol o bebidas con cafeína, y la exposición a toxinas. Al menos la mujer corriente mejoraría algo su dieta si siguiera las recomendaciones de estos libros, simplemente porque restringiría el azúcar blanco, la harina blanca y los aceites vegetales hidrogenados, y comería más vegetales. Pero no obstante en ninguna de las recetas o planes de comidas encontré alguna fuente sustancial de las vitaminas liposolubles que el doctor Price descubrió que eran tan esenciales para la buena salud de la madre y de la descendencia. Las comidas de estos libros no incluyen carnes de órganos, grasas animales o lácteas, pescado azul, huevos de pescado, o huevos enteros. 

ATAQUES AL CORAZÓN DE LOS AUTORES DE LIBROS DE EMBARAZO

Mi dieta en el embarazo les habría producido a la mayoría de estos autores un ataque al corazón. Yo comía dos o más huevos enteros al día. Toda la leche que bebo es entera, sin pasteurizar y a menudo fermentada. Como carne (ternera, cerdo, cordero, pollo, pavo, pescado, marisco, hígado) dos o más veces al día, siempre con toda su grasa. Uso manteca de cerdo para cocinar, y como algo de ternera y pescado crudos. Como sólo una pequeña cantidad de cereales, a menudo una rebanada de pan germinado de trigo integral, rellenada bien con mantequilla y queso crudos. Intento tomar al menos dos cucharadas o más de aceite de coco al día, además de las dos cucharadas o más de mantequilla cruda, y una cucharada de aceite de hígado de bacalao. El resto de mi dieta está compuesta por frutas, vegetales y frutos secos. ¡Una dieta que no podría encajar con la pirámide alimenticia de la USDA! Pero desafío a cualquiera que me muestre alguna sociedad, sea tradicional o no, que haya producido niños saludables y robustos con las dietas que se recomiendan en esos libros. 

DIETA RECOMENDADA PARA MUJERES EMBARAZADAS O EN LA LACTANCIA 

  • 1 cucharada de aceite de hígado de bacalao al día
  • 2 vasos de 24 cl. de leche entera al día, preferentemente sin pasteurizar y de vacas en pasto.
  • 4 cucharadas de mantequilla al día, preferentemente de vacas en pasto.
  • 2 o más huevos al día, preferentemente de pollos camperos en pasto.
  • Yemas de huevo adicionales al día, añadidas a dulces, salsas de ensaladas, huevos revueltos, etc.
  • 85-110 g. de hígado fresco, una o dos veces al día.
  • Pescado fresco, de 2 a 4 veces a la semana, especialmente, salmón salvaje, marisco y huevos de pescado.
  • Cordero o ternera frescos al día, siempre consumidos con su grasa.
  • Pescado azul o manteca de cerdo al día, para obtener vitamina D.
  • 2 cucharadas de aceite de coco o media taza de leche de coco al día, que pueden usarse también para cocinar o en dulces.
  • Condimentos y bebidas lactofermentados.
  • Huesos usados en sopas, cocidos y salsas.
  • Cereales integrales remojados.
  • Frutas y verduras frescas, preferentemente de agricultura ecológica.

EVITAR

Grasas o aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados.

  • Refrescos
  • Comida basura
  • Cafeína (café, té, chocolate negro, refrescos de cola)
  • Comidas precocinadas fritas
  • Alcohol
  • Azúcar y jarabe de fructosa de maíz
  • Tabaco.
  • Drogas (e incluso medicamentos con receta)
  • Soja o productos hechos con ella.
  • Vitaminas sintéticas (en suplementos multivitamínicos)


LOS LIBROS QUE REVISÉ 

1.  The Complete Book of Pregnancy and Childbirth by Sheila Kitzinger, Knopf, 2003.

2.  Nutrition for a Healthy Pregnancy by Elizabeth Somer, MA, RD, Owl Books, 2002.

3.  Nine Months and a Day: A Pregnancy, Labor and Delivery Companion by Linda Hughey Holt, MD, FACOG and Adrienne B. Lieberman, Harvard Common Press, 2000.

4. The Everything Pregnancy Nutrition Book by Kimberly A. Tessmer, RD, LD, Adams Media Corporation, 2005.

5.  Mothering Magazine’s Having a Baby, Naturally by Peggy O’Mara (editor of Parenting magazine) and others, Atria 2003.

6.  The Gift of Health by Karin B Michels, ScD, MSc, MPH and Kristine Napier, MPH, RD, LD, Pocket, 2001.

7.  Listening to Your Baby by Jay Gordon, MD, Perigee Books, 2002.

8.  Before Your Pregnancy by Amy Ogle, MS, RD and Lisa Mazzullo, MD, Ballentine, 2002.

9.  The Complete Idiot’s Guide to Pregnancy and Childbirth by Michele Isaacs Glicksman, MD with Theresa Foy DiGeronimo, Alpha, 1999.

10. What to Expect When You’re Expecting by Arlene Eisenberg, Heidi E Murkoff & Sandee E Hathaway, BSN, Workman Publishing Company, 2002. 


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