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miércoles, 3 de diciembre de 2008

El Sol y el Melanoma: La asombrosa conexión

Por William Campbell Douglas, MD 


El sol puede ser lo mejor para el melanoma. Sí, has leído bien. A pesar de todo lo que hayas leído u oído, el sol no causa melanoma, de hecho, es realmente bueno para ti, como muchos estudios han indicado.

Ahora dos estudios más están mostrando los beneficios del sol. No hay necesidad de decir que estos estudios han dejado a científicos y dermatólogos subiéndose por las paredes. Después de todo, ¿que más se puede hacer cuando has estado predicando a las masas que el sol causa cáncer y puede matarte, y esta afirmación termina siendo totalmente falsa?

Haré un rápido resumen de estos artículos que aparecieron en el número de febrero del Journal of the National Cancer Institute (JNCI). Uno evaluaba la hipótesis de que la radiación UV aumenta el riesgo de desarrollar linfoma. Pero tras estudiar a 7.000 personas, los investigadores llegaron a la conclusión de que lo contrario es verdad: el aumento de la exposición al sol reduce el riesgo de linfoma no de Hodgkin.

El otro estudio evaluaba la supuesta conexión entre exposición al sol y las posibilidades de supervivencia a un melanoma. Los investigadores descubrieron que el aumento de exposición solar realmente aumenta la tasa de supervivencia de cáncer de melanoma.

Entonces, ¿cuál podría ser la causa de estas dos concepciones tan diferentes? 

Una concepción errónea

Los investigadores Kathleen Egan, Jeffrey Sosman, y William Blot expresaron sus ideas sobre ello en una editorial que acompañaba al mismo número del JNCI. Cuando han soltado afirmaciones como esta: “La radiación solar es un carcinógeno de la piel ampliamente aceptado, responsable de más cánceres en todo el mundo que cualquier otro agente individual”, no es de extrañar que se suban por las paredes al ver los últimos hallazgos. 

Y, naturalmente, ellos no están solos. Esta concepción errónea es la dominante en la medicina convencional. En un artículo publicado en el London Telegraph, el profesor Jonathan Rees, un dermatólogo en la Universidad de Newcastle, dice, “El hecho es que la luz ultravioleta es la mayor causa conocida de cáncer de piel”. 

Melanomas y otros

Lo que Rees dijo puede ser técnicamente cierto, la mayor causa de cáncer de piel puede ser la luz ultravioleta. Pero el tipo de cáncer al que la mayoría de estos escritores se están refiriendo no es al melanoma, por lo que la afirmación no muestra una conclusión precisa. Es importante establecer la distinción entre el melanoma y otros tipos de cáncer de piel. El melanoma es una forma de cáncer más seria. Es maligno, y puede extenderse a los órganos internos, a menudo llevando a la muerte.

Pero el 90 % de los cánceres de piel no son de melanoma. Las formas más comunes son los carcinomas de células basales y escamosas, que son mucho menos serios. Son benignos y son fácilmente curados con una cirugía simple. Estos son los causados por la radiación solar. Los melanomas, por el contrario, son más probablemente causados por falta de luz solar y exceso de luz artificial.

¿Pero me atrevería a decir que hay esperanza para la medicina convencional? No me gustaría precipitarme en sacar conclusiones pero la editorial del JNCI sí reconoció dos hechos bien conocidos, pero raramente reconocidos: que el melanoma se encuentra normalmente en áreas del cuerpo que “no han recibido sol” y que la vitamina D puede ser importante en la prevención del melanoma.

Los autores decían: “Está empezando a emerger evidencia de que la exposición al sol, particularmente en lo que se refiere a la síntesis de vitamina D en la piel bajo la influencia de la radiación solar, puede tener una beneficiosa influencia en ciertos cánceres”. 

Se sabía desde hace años

Me sorprende cómo algo que se ha sabido durante años, incluso en los corredores de la ciencia políticamente correcta, pueda ser ignorado por la medicracia hasta que otro estudio se realice. Luego, ¡voila! Es noticia importante otra vez.

La verdad científica sobre la luz del sol y el cáncer está ahí afuera, es sólo que no es fácil para una persona corriente (o un médico corriente) de encontrarla.

Una mirada de cerca al Atlas of Cancer Mortality in the U.S., 1950-1994 revela la sorprendente verdad sobre el sol y el cáncer. Como no encontrarás este importante documento en tu quiosco de periódicos local, te lo explicaré brevemente. Entre los blancos de EE.UU. hay una llamativa diferencia en el número de casos de muchos tipos de cáncer (mama, próstata y colon, por ejemplo), entre las latitudes norte y las latitudes del sur. Cuanto más alta la latitud en la que vives, más probabilidades tienes de morir de cáncer. En otras palabras, Nueva York mal, Birmingham bien. ¿Y cuál es una de las mayores diferencias entre Nueva York y Birmingham? Nueva York recibe mucho menos sol. 

Tira tu protector solar

Lo que hace una exposición solar excesiva es causar daño a la capa interior de la piel, la dermis, que a su vez lleva a un arrugamiento de la capa exterior, la epidermis. Si estás pensando que eso ocurre también con la edad, sin importar el sol que tomes, llevas razón. Pero la exposición al sol puede acelerar el proceso, haciendo que la piel envejezca prematuramente y se vuelva correosa y colgante. A esto se le llama elastosis solar (ES).

Cuando investigadores de la Universidad de Nuevo Méjico investigaron el melanoma, encontraron un marcado descenso de la enfermedad en pacientes con elastosis solar. Esta información es de uno de los artículos del JNCI de los que te hablé. En otras palabras, más exposición solar es igual a menos incidencia de melanoma. Y para aquellos pacientes que tenían melanoma, la mortalidad debida a la enfermedad era aproximadamente la mitad de alta entre aquellos pacientes con signos de ES. Ahora, no soy un especialista en lógica, pero me parece que si la ES es causada por la exposición al sol y si la gente con ES tienen la mitad de melanoma del que tiene la gente con piel normal, entonces es lógico llegar a la conclusión de que el sol previene el melanoma.

A la luz de estos importantes hallazgos, ¿no debería la gente reconsiderar seriamente la efectividad y lógica de usar “protectores solares”? ¿De qué te están protegiendo, de una vida larga y saludable?

Aparte de lo que dicen las investigaciones que he mencionado, te conté también que el sol es la mayor fuente de vitamina D. No tener la suficiente vitamina D puede resultar en osteoporosis, enfermedades autoinmunes, y artritis reumatoide, entre otras cosas. Así que cuando te embadurnas con cremas solares de alto factor de protección, no sólo estás aumentando tu riesgo de desarrollar melanoma, también estás aumentando tu riesgo de desarrollar los problemas que pueden surgir debido a la deficiencia de vitamina D, ya que estás bloqueando literalmente la síntesis de la vitamina D en la piel.

Hay una fiera resistencia a este hecho obvio a cargo de los fabricantes de cremas de protección solar y los dermatólogos que tienen una reputación (y, en algunos casos, unos beneficios) que proteger. Ambos grupos señalan la quemadura solar como un importante factor en la formación de melanoma, ya que eso es lo único que les queda para utilizar como razón para venderte los protectores solares. Este es un barco con muchos agujeros para llevar su mensaje porque (1) millones de personas tienen quemaduras solares cada año pero muy pocos de ellos contraen melanoma, y (2), si el melanoma aparece, es más probable que lo haga en zonas del cuerpo que no han sido expuestas al sol.

En el artículo del London Telegraph que mencioné arriba, Jean King, la directora de educación de la Campaña de Investigación del Cáncer (Cancer Research Campaign), criticó severamente a los investigadores por defender el hecho de tomar el sol. Así decía: “Hay un mensaje claro y acordado de salud pública sobre este asunto que deberíamos tener cuidado de no minar”.

¡Ah, sí, un “mensaje acordado de salud pública”, el nuevo paradigma de la ciencia que no tiene justificación científica! Suena como lo de que la grasa te hace engordar. O como lo de que el flúor es bueno para tus dientes. Pero el paradigma del flúor parece que va a cambiar más pronto que tarde. 

Sobre el autor

William C. Douglass II, M.D. es editor de The Douglass Report. Para más información ir a: www.DouglassReport.com

Nota de la Editorial (Weston A. Price Foundation):

Aunque estos estudios sean provocativos e intrigantes, deberíamos tener cuidado antes de llegar a la conclusión de que cuanto más nos expongamos al sol, mejor.

El primer estudio, que encontró un incremento de la supervivencia en pacientes de melanoma con elastosis solar, un signo de exposición solar crónica, comparado con los pacientes de melanoma sin elastosis solar, tiene múltiples interpretaciones. Se sabe que hay caminos celulares para el desarrollo del melanoma, y puede ser que la exposición excesiva al sol causa un tipo menos agresivo, mientras que el tipo más agresivo de melanoma tiene diferentes causas. El segundo estudio es más convincente, porque la incidencia total de linfoma era menor entre la gente con mayor exposición solar.

Sin embargo, el mecanismo no es claro, una conexión con la vitamina D es especulativa, y debemos recordar siempre que la correlación no prueba que haya una relación causa-efecto. La posibilidad de que la vitamina D proteja contra una variedad de cánceres ha reunido bastantes pruebas, pero hay que tener en cuenta que esta vitamina puede ser obtenida del sol y de la dieta, y que no es necesario broncearse mucho o ponerse rojo para maximizar los niveles de vitamina D en el cuerpo. Entre las poblaciones que el doctor Price estudió, algunos grupos recibían una considerable exposición al sol mientras que otros casi siempre cubrían su piel con ropas. Price cita a un grupo que tomaba el sol con aceite de coco en su piel, que pensaban que tenía un valor nutricional. Pero todas estas culturas también obtenían vitamina D de animales que pastaban. Así pues, deberíamos asegurarnos de que obtenemos la suficiente vitamina D de la dieta y del sol, pero deberíamos sin embargo protegernos de las quemaduras solares o de un bronceado excesivo.

 

 Traducción de Thais®

 

 

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