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miércoles, 2 de enero de 2008

Sucios secretos de la industria de la comida procesada (Parte I)

Sucios secretos de la industria de la comida procesada

Esta presentación se dio en la conferencia anual de la Seguridad del Consumidor de Canadá (Conference of Consumer Health of Canada), en marzo del 2002.

La humanidad siempre ha procesado su comida; el procesamiento de la comida es una actividad únicamente humana. Un tipo de comida procesada es la comida cocinada.

El procesamiento de comida tradicional tenía dos funciones: hacer la comida más digestible y preservarla durante tiempos de escasez. Este tipo de procesamiento resultó en alimentos tradicionales como la salchicha y los antiguos puddings de carne y haggis[1]. También pan de masa fermentada, cereales fermentados, queso y otros productos lácteos fermentados, encurtidos, chucrut, y bebidas, desde vino y licores hasta bebidas lactofermentadas.

En el pasado, el procesamiento lo llevaban a cabo granjeros y artesanos como panaderos, fabricantes de queso, destiladores, molineros, y así sucesivamente. Este tipo de procesamiento creaba alimentos deliciosos y mantenía los beneficios en la granja y en las comunidades locales donde éste pertenecía, el procesamiento de los alimentos debería ser una industria del campo local.

Y lo más importante, el procesamiento tradicional de los alimentos realza y aumenta el valor nutritivo de nuestra comida. La fabricación tradicional del pan neutraliza los antinutrientes de los granos y aumenta la disponibilidad de los minerales; la lactofermentación de la col o el repollo para hacer chucrut aumenta los niveles de vitamina C y muchas vitaminas del grupo B considerablemente; y los productos lácteos artesanales como el yogurt, el kefir y similares hacen que los nutrientes de la leche estén más disponibles y sean más digestibles.

El procesamiento industrial

Por desgracia, en los tiempos modernos hemos abandonado el procesamiento local y artesanal a favor de uno industrial, que realmente destruye los nutrientes en la comida en vez de aumentarlos, y hace que nuestra comida sea más difícil de digerir en vez de más digerible. Es más, el procesamiento industrial depende de productos que tienen un impacto negativo en nuestra salud, como el azúcar, la harina blanca, aceites procesados e hidrogenados, aditivos, vitaminas sintéticas y un proceso de extrusión de los granos. Estas son las herramientas de la industria del procesamiento alimenticio.

¿Estás listo para el desayuno? Echemos una ojeada al desayuno típico americano de cereales, leche desnatada y zumo de naranja.

Cereales envasados

Los cereales secos del desayuno son producidos mediante un proceso llamado extrusión. Primero crean una argamasa de los granos y luego la ponen en una máquina llamada extrudidor. Los granos son forzados a pasar por un pequeño agujero a una temperatura y una presión muy altas. Dependiendo de la forma del agujero, los cereales se hacen pequeñas oes, copos, figuras de animales, o tiras, o son inflados (como el arroz inflado). Una hoja corta cada copo o figura, que luego es llevada a través de una boquilla y rociada con una capa de aceite y azúcar para sellar el cereal de los estragos de la leche y hacerlo crujiente.

En su libro Fighting the Food Giants, Paul Stitt nos cuenta que el proceso de extrusión aplicado a los cereales destruye la mayor parte de los nutrientes de los granos. Destruye los ácidos grasos; e incluso destruye las vitaminas químicas que se añaden al final. Los aminoácidos se vuelven muy tóxicos debido a este proceso. El aminoácido lisina, un nutriente crucial, es especialmente desnaturalizado con la extrusión. Así es como se fabrican todos los cereales envasados, incluso los que se venden en tiendas dietéticas de salud. Todos los hacen de la misma forma y la mayoría en las mismas fábricas. Todos los cereales secos que vienen en cajas son cereales extrusionados.

Los únicos avances que se han hecho en el proceso de extrusión son aquéllos que reducen costes sin importar cómo afectará esto al contenido nutricional del producto. Los cereales son un negocio multibillonario que ha creado enormes fortunas.

Con tanta gente comiendo cereales de desayuno, se esperaría encontrar algunos estudios sobre el efecto de los cereales extrusionados en los animales y los humanos. Sin embargo, no hay apenas estudios publicados en la literatura científica.

Los experimentos con ratas

Vamos a hablar de dos estudios que no fueron publicados. El primero fue descrito por Paul Stitt, quien escribió sobre un experimento llevado a cabo por una compañía de cereales en el que a cuatro grupos de ratas se les dieron dietas especiales. Un grupo recibió trigo integral simple, agua y vitaminas sintéticas y minerales. Un segundo grupo recibió trigo hinchado (un cereal extrusionado), agua y la misma solución de nutrientes. A un tercer grupo se le dio sólo agua. Al cuarto se le dio agua y nutrientes químicos. Las ratas que recibieron el trigo integral vivieron más de un año con esta diete. Las ratas que no tomaron nada más que agua y vitaminas sintéticas vivieron dos meses. Las que sólo tomaron agua vivieron sobre un mes. Pero el propio estudio de laboratorio de la compañía mostró que a las ratas a las que se les dio las vitaminas, el agua y el trigo hinchado murieron en dos semanas, antes que las ratas que no probaron nada de comida. Su muerte no era una cuestión de malnutrición. La autopsia reveló disfunción del páncreas, del hígado y los riñones y degeneración de los nervios de la columna, todos ellos signos de un shock de insulina.

Resultados como estos sugirieron que había algo realmente muy tóxico en el trigo hinchado. Las proteínas son muy similares a ciertas toxinas en la estructura molecular, y la presión del proceso de hinchamiento puede producir cambios químicos, que convierten un nutritivo grano en una sustancia venenosa.

Otro experimento no publicado fue llevado a cabo en los 60. Investigadores en la Universidad de Ann Arbor utilizaron 18 ratas de laboratorio. Las dividieron en tres grupos: un grupo recibió copos de maíz (corn flanes) y agua; a un segundo grupo se le dio caja de cartón de los copos de maíz y agua; el grupo de control recibió comida de ratas y agua. Las ratas del grupo de control conservaron una buena salud en todo el experimento. Las ratas que comieron la caja se volvieron letárgicas y finalmente murieron de malnutrición. Pero las ratas que recibieron los copos de maíz y agua murieron antes que las ratas que comieron la caja... (La última rata de los copos de maíz murió el día que la primera rata de la caja de cartón murió). Pero antes de su muerte, las ratas de los copos de maíz desarrollaron un comportamiento esquizofrénico, se atacaron y mordieron unas a otras y finalmente tuvieron convulsiones. La asombrosa conclusión de este estudio es que había más alimento en la caja que en los copos de maíz.

Este experimento realmente fue diseñado como una broma, pero los resultados fueron lejos de ser considerados divertidos. Los resultados nunca fueron publicados y estudios similares no han vuelto a llevarse a cabo.




[1] Plato escocés hecho con vísceras de cordero y avena.

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