En esta llamada telefónica a una fabricante de vacunas, el que llama hace preguntas sobre el mercurio y si la vacuna surte efecto realmente. La respuestas que da la fabricante, quizás inintencionadamente, son un poco más honestas de lo que verás en su publicidad...
Cada año un considerable trabajo es llevado a cabo para producir las vacunas de ese año y distribuirlas a los correspondientes sectores de la población. Y sin embargo, año tras año aparecen estudios que muestran que las vacunas de la gripe no ofrecen ningún beneficio.
La estrategia de prevención de la gripe se pone en cuestión repetidamente
Hace dos años un estudio en el British Medical Journal concluyó que la efectividad de las inyecciones contra la gripe había sido exagerada, y que en realidad tienen poco o nada de efecto en los objetivos de la campaña contra esta enfermedad, tampoco causan reducciones en el número de estancias en hospitales, bajas en el trabajo, y muertes y sus complicaciones.
Otros estudios, llevados a cabo previa y posteriormente, también confirman estos resultados.
Sin embargo, la prevención de muertes relacionadas con la gripe en los ancianos, ha sido y sigue siendo el principal argumento por el que recomiendan inyecciones contra la gripe cada año. Y, según la teoría de la “inmunidad del rebaño”, la mayoría de la gente debe ser vacunada para así proteger las vidas de los ancianos y otros grupos de población susceptibles a complicaciones relacionadas con la gripe.
A pesar de todo, la estrategia de prevención de la gripe llevada a cabo por el Centro para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC) ha sido cuestionada seriamente en varias ocasiones.
Otro estudio de 2005, publicado en los Archives of Internal Medicine no pudo tampoco sostener que el uso de las vacunas de la gripe prevenía las muertes en ancianos. El informe subraya que aunque las tasas de inmunización en personas de más de 65 años se han incrementado dramáticamente en los pasados 20 años, no ha habido un consecuente descenso de las muertes relacionadas con la gripe.
¿Sabes cuáles son los riesgos?
Por el contrario, hay una evidencia en aumento de que las vacunas contra la gripe causan la enfermedad de Alzheimer, muy probablemente como resultado de combinar mercurio con aluminio y formaldehído. También se ha demostrado que el mercurio en las vacunas es un factor contribuyente al autismo.
Otras reacciones adversas serias, y potencialmente mortales a la vacuna de la gripe incluyen inflamación de las articulaciones y artritis, shock anafiláctico (y otras reacciones alérgicas con peligro de muerte), y el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune paralítica.
En el caso de la vacuna Tamiflu, miles de casos de comportamiento anormal, problemas neuropsiquiátricos como convulsiones, delirios o ilusiones, e infecciones del cerebro, han sido denunciados. Tamiflu está aprobada para el tratamiento de gripe de tipos A y B sin complicaciones en niños de 1 año de edad o mayores. También está aprobada para la prevención de la gripe en personas a partir de 13 años de edad.
Más investigaciones científicas que respaldan la recomendación de evitar las vacunas contra la gripe como la peste
Para aquellos de vosotros que todavía no estáis convencidos, hay bastantes pruebas científicas que respaldan la recomendación de evitar las vacunas de la gripe, no sólo por sus potenciales efectos secundarios serios, sino también por la simple razón de que no funcionan, y no ofrecen ningún beneficio real que compense sus potenciales malos efectos en la salud.
Una muestra de estos estudios:
- Un reciente estudio publicado en el número de octubre de 2008 de Archives of Pediatric & Adolescent Medicine encontró que vacunar a los niños de la gripe no tenía ningún impacto en las hospitalizaciones relacionadas con esta enfermedad o en las visitas a médicos durante las dos últimas temporadas. Los investigadores llegaron a la conclusión de que “no puede demostrarse una efectividad significante de la vacuna contra la gripe en ninguna temporada, grupo de edad, o situación” examinada.
- Un estudio publicado en el Lancet hace sólo dos meses concluyó que la vacunación contra la gripe no estaba asociada a un riesgo menor de neumonía en personas mayores. La cobertura de la vacunación en los ancianos aumentó desde el 15 % en 1980 al 65 % ahora, y sin embargo no ha habido un descenso en las muertes por gripe o neumonía.
- Ese estudio del Lancet corrobora otro similar llevado a cabo hace cinco años, publicado en el The New England Journal of Medicine, que descubrió que la vacunación contra la neumonía no reduce el riesgo de contraer la enfemedad.
- Investigaciones publicadas en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine el mes pasado también confirman que no ha habido un descenso de las muertes debidas a gripe y a neumonía, a pesar del hecho que la cobertura de la vacunación entre los ancianos ha aumentado del 15 % en 1980 al 65 % de ahora.
- El año pasado, investigadores con el National Institute of Allergy and Infectious Diseases, y el National Institute of Health publicaron esta conclusión en el Lancet Infectious Diseases: “ Llegamos a la conclusión de que la tendencia a una frágil selección y uso de puntos finales no específicos como toda causa de mortalidad han llevado a los estudios de cohorte a exagerar en gran medida los beneficios de la vacuna”.
- Una revisión sistemática y a gran escala de 51 estudios, publicada en Cochrane Database of Systematic Reviews en 2006, no encontró evidencia de que la vacuna de la gripe fuera más efectiva que un placebo en niños. Los estudios fueron hechos con 260.000 niños, con edades comprendidas entre los 6 y 23 meses.
Una nueva teoría explica la verdadera naturaleza de la gripe, y por qué las vacunas no funcionan
Una hipótesis creíble que explica la naturaleza estacional de la gripe es la deficiencia de vitamina D.
La vitamina D, “la vitamina del Sol”, puede perfectamente ser una de las más benéficas vitaminas que hay para la prevención de enfermedades. Por desgracia, es también una de las vitaminas que una gran conjunto de personas en todo el mundo tienen carencia debido a la falta de una exposición regular al sol.
Esta hipótesis fue presentada por el doctor John Cannell y sus colegas en la revista Epidemiology and Infection en 2006, y de nuevo, más recientemente, en el Virology Journal.
Esta explicación realmente tiene sentido. La vitamina D que se forma cuando tu piel es expuesta al sol regula la expresión de más de 2.000 genes de todo tu cuerpo, incluyendo los que mandan a tu sistema inmunológico atacar y destruir bacterias y virus. De ahí que ser abrumado con el “virus de la gripe” podría significar que tus niveles de vitamina D son demasiado bajos, permitiendo al virus aventajar a tu sistema inmulógico.
Para la mayoría de la gente, la vacuna contra la gripe no previene la enfermedad, sino que realmente hace exactamente lo opuesto: debilita tu sistema inmune y te hace más predispuesto a la enfermedad.
La gente que muere después de contraer la gripe es porque ya estaban enfermos de otra cosa y tienen un sistema inmune comprometido y débil, y en esas circunstancias probablemente no te incluyes tú.
Además de asegurarte de que tus niveles de vitamina D están en el rango adecuado, los siguientes consejos son maneras seguras de mejorar tu sistema inmune y reducir exponencialmente las posibilidades de que enfermes de gripe este invierno:
- Evita el azúcar, sobretodo las comidas procesadas que la contienen en grandes cantidades.
- Duerme lo necesario.
- Practica ejercicio regularmente.
- Come comidas no procesadas, con ingredientes naturales, que formen una dieta variada donde no falten las grasas animales (mantequilla, huevos, hígado, carne con su grasa), pues éstas son las únicas que contienen vitamina D[*]. También podemos obtener esta vitamina de los mariscos y el aceites de pescado en general pero especialmente del aceite de hígado de bacalao. En invierno, cuando el sol es escaso, en la dieta no pueden faltar grasas animales de calidad, sobretodo para los niños en edad de crecimiento.
- Come ajo regularmente (crudo).
- Toma tiempo para la relajación durante épocas de estrés.
[*] Las grasas animales contendrán vitamina D sólo si los animales de las que proceden han tenido acceso al sol. Por ejemplo, los huevos de gallinas encerradas no contendrán nada de vitamina D.
Traducción de Thais®
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