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miércoles, 18 de febrero de 2009

Alerta contra la Soja

Por la Fundación Weston A. Price para la revista Wise Traditions in Food, Farming and the Healing Arts: Educación Investigación Activismo

 

Mitos y Verdades sobre la Soja

MITO: El uso de la soja como alimento data de hace muchos miles de años.

VERDAD: La soja fue usada como alimento sólo durante la última dinastía Chou (1134-246 A.C.), sólo después de que los chinos aprendieran a fermentar las habas de soja para hacer comidas como el tempeh, el natto y el tamari.

MITO: Los asiáticos consumen grandes cantidades de alimentos hechos con soja.

VERDAD: El consumo medio de alimentos de soja en China es de 10 gramos (alrededor de dos cucharaditas) al día, y de 30 a 60 gramos en Japón. Los asiáticos consumen soja en pequeñas cantidades como condimento, y no como sustitutiva de los alimentos de origen animal.

MITO: Los modernos alimentos hechos con soja confieren los mismos beneficios a la salud que los alimentos de soja tradicionalmente fermentados.

VERDAD: La mayoría de los actuales alimentos hechos con soja no están fermentados para neutralizar las toxinas que contienen las habas de soja, y además son procesados de una forma que desnaturaliza las proteínas y aumenta los niveles de cancerígenos.

MITO: La soja nos proporciona todas las proteínas.

VERDAD: Como todas las legumbres, las habas de soja son deficientes en los aminoácidos que contienen sulfuro: metionina y cistina. Además, los modernos métodos de fabricación desnaturalizan la frágil lisina.

MITO: Los alimentos hechos con soja fermentada pueden proporcionar la vitamina B12 en las dietas vegetarianas.

VERDAD: El componente presente en la soja que es similar a la vitamina B12  no puede ser usado por el cuerpo humano; de hecho, la soja hace que el cuerpo requiera más vitamina B12.

MITO: La fórmula láctea de soja para bebés es inocua.

VERDAD: La soja contiene inhibidores de tripsina que inhiben la digestión de la proteína y afectan de forma adversa a la función pancreática. En animales de laboratorio, las dietas altas en inhibidores de tripsina conducían a un crecimiento atrofiado y a desórdenes pancreáticos. La soja hace que el cuerpo requiera más vitamina D, necesaria para unos huesos fuertes y un crecimiento normal. El ácido fítico de la soja lleva a una biodisponibilidad reducida de hierro y zinc, minerales que son necesarios para la salud y el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. La soja además carece de colesterol, que también es esencial para el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. Megadosis de fitoestrógenos en la fórmula de soja han sido implicados en la actual tendencia hacia un desarrollo sexual cada vez más prematuro en las niñas (porque son hormonas femeninas) y un desarrollo retrasado en niños.

MITO: La soja puede prevenir la osteoporosis.

VERDAD: La soja puede causar deficiencias de calcio y de vitamina D, ambos necesarios para unos huesos sanos. El calcio procedente de sopas de huesos y la vitamina D procedente del pescado, la grasa animal y los órganos de animales es lo que previene la osteoporosis en los países asiáticos, no la soja.

MITO: Los modernos alimentos de soja protegen contra muchos tipos de cáncer.

VERDAD: Un informe del gobierno británico llegó a la conclusión de que hay poca evidencia de que la soja proteja contra el cáncer de mama u otra forma de cáncer. De hecho, la soja puede incrementar el riesgo de cáncer.

MITO: La soja es segura y beneficiosa para las mujeres en sus años posmenopáusicos.

VERDAD: La soja puede estimular el crecimiento de tumores dependientes del estrógeno y puede causar problemas de tiroides. Una función tiroidea reducida está asociada con dificultades en la menopausia.

MITO: La soja protege contra la enfermedad cardiaca.

VERDAD: En algunas personas, el consumo de soja baja el colesterol, pero no hay ninguna evidencia de que bajar el colesterol disminuye el riesgo de tener enfermedad cardiaca.

MITO: Los fitoestrógenos de la soja pueden mejorar las habilidades mentales.

VERDAD: Un reciente estudio mostró que las mujeres con los niveles más altos de estrógeno en la sangre tenían los más bajos niveles de función cognitiva; en los japoneses americanos el consumo de tofú en la mediana edad está asociado con la incidencia de Alzheimer más adelante en la vida.

MITO: Los estrógenos de la soja (isoflavonas) son buenos para todo el mundo.

VERDAD: Las isoflavonas de la soja son disruptores fito-endocrinos. A niveles dietéticos, pueden impedir la ovulación y estimular el crecimiento de las células cancerígenas. Tan poco como cuatro cucharadas de soja al día pueden resultar en hipotiroidismo con síntomas de letargo, estreñimiento, aumento de peso y fatiga.

MITO: Las isoflavonas y el aislado de proteína de soja tienen el estatus de “Reconocido como Inocuo” (Generally Recognized as Safe, GRAS).

VERDAD: Archer Daniels Midland retiró recientemente la solicitud a la FDA para el estatus de GRAS de las isoflavonas de soja tras una lluvia de protestas desde la comunidad científica. La FDA nunca aprobó el estatus GRAS para el aislado de proteína de soja debido a preocupaciones sobre la presencia de toxinas y cancerígenos en la soja procesada.

MITO: La soja es beneficiosa para tu vida sexual.

VERDAD: Numerosos estudios con animales muestran que la soja produce infertilidad en animales. El consumo de soja baja los niveles de testosterona en hombres. El tofu era consumido por los monjes budistas para reducir la libido.

MITO: Los cultivos de soja son buenos para el medio ambiente.

VERDAD: La mayoría de los cultivos de soja mundiales son transgénicos porque les permiten a los agricultores usar grandes cantidades de pesticidas y herbicidas, dejando así residuos tóxicos en el medio ambiente.

MITO: Los cultivos de soja son buenos para los países en desarrollo.

VERDAD: En los países del Tercer Mundo, la soja reemplaza a los cultivos tradicionales y transfiere el valor añadido del procesamiento de ésta a las corporaciones multinacionales y no a la población local. 

Leche de fórmula de soja: pastillas anticonceptivas para bebés

*      La leche de fórmula para bebés hecha con soja ha sido muy común en EEUU durante muchos años. En España no es tan famosa pero no se descarta que pueda hacerse más popular, a juzgar por la aceptación y la publicidad generalizada que desgraciadamente tiene la soja en nuestra sociedad.

*      Los bebés alimentados con fórmula basada en soja tienen de 13.000 a 22.000 veces más estrógeno en su sangre que los bebés alimentados con fórmula basada en leche de vaca. Los bebés alimentados exclusivamente con leche de fórmula basada en soja reciben el contenido de estrógenos equivalente a al menos cinco pastillas anticonceptivas al día.

*      En los bebés varones aumenta la testosterona durante los primeros meses de vida, y los niveles de esta hormona pueden ser entonces tan altos como los de un hombre adulto. Durante este periodo, los bebés son programados de este modo para expresar las características masculinas tras la pubertad, no sólo el desarrollo de sus órganos sexuales y otros rasgos físicos masculinos, sino también la fijación de patrones cerebrales característicos del comportamiento masculino.

*      En animales, estudios indican que los fitoestrógenos son potentes disruptores endocrinos. La alimentación de bebés y niños con soja, la cual inunda el torrente sanguíneo con hormonas femeninas que inhiben la testosterona, no puede ser ignorada como una posible causa de patrones de desarrollo defectuosos en los chicos, incluyendo problemas de aprendizaje y trastorno de déficit de atención. Los niños expuestos al DES, un estrógeno sintético, tenían testículos más pequeños de lo normal en su maduración, y monos bebés alimentados con isoflavonas tenían una reducción en los niveles de testosterona de hasta un 70 % comparado con los controles alimentados con leche.

*      Casi el 15 % de las niñas blancas y el 50 % de las niñas afroamericanas muestran signos de la pubertad, tales como desarrollo de los pechos y vello púbico, antes de la edad de 8 años. Algunas niñas están mostrando un desarrollo sexual antes de cumplir tres años. El desarrollo prematuro en niñas se ha asociado con el uso de la fórmula de soja y la exposición a sustancias medioambientales que imitan el estrógeno como los PCBs y DDE.

*      El consumo de fitoestrógenos incluso a niveles moderados durante el embarazo puede tener efectos adversos en el feto en su desarrollo y adelantar el momento en que la pubertad tendrá lugar en su vida.

Resumen de los peligros de la Soja 

§       Los altos niveles de ácido fítico de la soja reducen la asimilación del calcio, el magnesio, el cobre, el hierro y el zinc. El ácido fítico de la soja no es neutralizado por los métodos ordinarios de preparación como el remojo, la germinación y la cocción larga y lenta. Las dietas altas en ácido fítico han causado problemas de crecimiento en niños.

§       Los inhibidores de tripsina de la soja interfieren con la digestión de las proteínas y pueden causar desórdenes pancreáticos. En animales de laboratorio causaron un crecimiento atrofiado.

§       Los fitoestrógenos de la soja interfieren con la función endocrina y tienen el efecto potencial de causar infertilidad y promover el cáncer de mama en mujeres adultas.

§       Los fitoestrógenos son potentes agentes anti-tiroides que causan hipotiroidismo y pueden causar cáncer de tiroides. En bebés, el consumo de la fórmula basada en soja ha sido asociado a una enfermedad tiroidea autoinmune.

§       Los análogos de la vitamina B12 en la soja no son absorbidos y en realidad lo que hacen es incrementar la necesidad del cuerpo de vitamina B12 .

§       La soja incrementa la necesidad del cuerpo de vitamina D. A las leches de soja se les añade una vitamina D2 sintética que es tóxica.

§       Las frágiles proteínas son desnaturalizadas durante el procesamiento de la soja a altas temperaturas para fabricar proteína de soja aislada y proteína vegetal texturizada.

§       El procesamiento de la proteína de soja resulta en la formación del tóxico lysinoalanine y de las altamente cancerígenas nitrosaminas.

§       El ácido glutámico libre o monoglutamato sódico (MSG), una potente neurotoxina, se forma durante el procesamiento de la soja y además cantidades adicionales de este aditivo son añadidas a muchos alimentos hechos con soja para enmascarar el sabor desagradable de la soja.

§       La soja contiene altos niveles de aluminio, que es tóxico para el sistema nervioso y los riñones.

 

[La Fundación Weston A. Price se financia exclusivamente por contribuciones de sus socios y donaciones privadas y no acepta fondos procedentes de las industrias cárnicas o lácteas.]

 

Traducción de Thais®

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